Wagner Gustavo Mitchell es juez de la Cámara Nacional de Casación Sala 3ª. Fue partícipe necesario en la apropiación de bebés en la época de la dictadura y hoy, como juez de la Cámara Nacional de Casación: niega las salidas transitorias a "la Galle", compañera presa por luchar; impide el esclarecimiento de la identidad en el caso Herrera de Noble; y otorga beneficios a genocidas ya condenados, como Roberto Albornoz y Luis Armando De Candido, condenados por delitos de lesa humanidad en Tucumán. Juez de la Cámara Nacional de Casación Penal, Wagner Gustavo Mitchell. Juez que fue una pieza fundamental en el engranaje del robo sistemático de bebes, en la dictadura, denunciado por haber entregado un bebé de 20 días apropiado en julio de 1976 al subcomisario Osvaldo Parodi, policía fue uno de los que participó del operativo en el que fue desaparecida Sara Méndez, la madre del bebé llamado Simón Riquelo. Mitchell se hizo conocido por firmar la resolución que suspendió el trámite de ADN de Marcela y Felipe Noble Herrera, hijos adoptivos de la dueña del Grupo Clarín, Ernestina Herrera de Noble y puede intervenir en la causa por robo sistemático de bebés. Hoy este mismo juez que participo del robo de niños, que retraso el ADN de Marcela y Felipe Noble Herrera deniega los beneficios que le corresponden por ley a nuestra compañera Karina Germano López "la galle" presa hace más de ocho años -cinco en cárcel brasileña Carandirú y el resto en Ezeiza acusada en un juicio farza de un secuestro que nunca cometió. Estas son las parábolas de la Argentina en la que vivimos, la de jueces y fiscales que se formaron y participaron en instituciones y gobiernos de facto, que deben decidir sobre los beneficios y libertades de compañeros/as presos por luchar, como si tuviesen autoridad moral para hacerlo.
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Aunque no comenten.
Gracias.
Ah, que lindo muchacho.
ResponderEliminarEl problema de estos tipos es que no se los conoce y en manejarse en las sombras les es fácil accionar -bueno en este caso su proceder es indescriptiblemente bestial-
Habría que propiciar el voto para los jueces, que se acostumbren a poner la cara ante las cámaras tan frecuentemente como los políticos.
Cierto, Daniel y mientras no den la cara, en este blog los seguiremos escrachando.
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